"Atrapar" es la
palabra que se aplica a la situación que viví después de leer mi primer capítulo
de la revista DUDA que compré esa mañana, cuando recién había entrado a la
secundaria. El mundo anterior acabo así nadamas, los juguetes se guardaron para
siempre, los viajes para comprar tarjetas postales terminaron, la idea de hacer libros,
tuvo que esperar. De pronto: todo mi dinero, todo mi esfuerzo, toda mi
dedicación se centró en la revista DUDA, fue una colección impresionante, ocupe
en ella todo mi tiempo, me llevo a recorrer la ciudad entera en busca los
ochocientos y tantos números anteriores a ese primero que compre, me llevo a
buscar por toda la casa esos capítulos que alguna vez había visto por ahí y que
obviamente habían ya desaparecido.
Estuvo
primero junto a mi cama, la coloque en una carpeta, luego le hice una caja que
pronto se llenó, la coloque en revisteros y luego en mi librero; un día compre por error un numero
repetido pues pensé que no lo tenía, lo cual me llevo a hacer un catálogo de
los números existentes para evitar errores en el futuro, ese catálogo, luego
fue capturado en una base de datos, en otra época de la vida.
La revista
DUDA termino años después, en el número milytantos, mi colección de revistas DUDA, jamás acabo,
porque además de que aun la tengo, jamás pude completarla.
Fig. 1. Las revistas Duda, colocadas en revisteros.
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