Fue por la tarde, hace un par de
semanas; venia de un duro proceso-medico-psicologico-prepostanteparatraumatico-
y demás; cuando después de un breve descanso en la sala azul de mi casa, decidí
entrar en mi Galería, me dirigí hacia su entrada, tome la llave abrí la puerta,
trate de avanzar pero una serie de objetos lo impidió, y antes de causar un
terrible desastre encendí la luz y caí en la cuenta de que la colección ya
había inundado casi hasta el cansancio la vastedad de la galería; los objetos
en los estantes que alguna vez habían lucido con un peculiar equilibrio y
orden, se habían ido retrayendo en pos de ceder un poco de espacio para otros
objetos que habían ido llegando estos años, de los estantes se pasó a las mesas
y de las mesas al piso y luego el piso libre se fue haciendo cada vez más
limitado hasta llegar al día en que no pude ya entrar en la Galería.