Vistas de página en total

martes, 28 de octubre de 2014

PARA QUE SIRVE LA COLECCIÓN, 2 (relato).

Era noche, apenas, una lluvia copiosa y una soledad infranqueable, y era yo en la inmensidad de esa soledad de diseño; y así con solo una idea fija me puse a ver cortos en Super 8, solo minutos de imágenes creadas para el cine, para salas llenas de espectadores expectantes de la magia, que se resumían ya a uno solo. . . y luego fue poner muchos relojes de cuerda en sincronía, para que al unísono marcaran el tiempo y el ritmo, que luego se acompaso a los acordes que salían de las sencillas bocinas de la Victrola primero, luego de un tocadiscos portátil, música en sonido monoaural, analógico sencillamente acariciador de cualquier oído, y los juguetes dando chisporroteos y ruidos metálicos, álbumes de estampas, fotografías de modas caducas, revistas con noticias pasadas. La colección una vez más volvió a vivir, volvió a funcionar, volvió a tomar conciencia de su naturaleza. Los objetos coleccionados volvieron a darme mucha alegría de vivir . . . yo también.
 

Fig. 1, Instantánea de la colección.