Para Mayo del año
pasado, las coincidencias y las ironias
propias de la vida son positivas…. Es una tarea escolar y es la llegada
de esta época entonces; un anuncio es el motivo, con precisión dice así: “tarea
12, hacer un anuncio publicitario, de algún producto que no exista (p.ej,
bebidas o frituras raras, automóviles innovadores, casas futuristas, etc.)……
Es una noche de
muchas ideas todas desechadas sobre el objeto inexistente, y es de pronto una
iluminación. . . .
-Que tal un robot….
aunque los hay, no
son comúnmente anunciados en afiches publicitarios.
-Y que tal un robot,
que además ¡ya no existe!, que tal un anuncio del robot 2-XL. Ya esta.
-¿Y como era 2-XL?
Trato de recordar y
es más bien poco lo que recuerdo; aun así describo su estructura general y eso
es todo; lo demás lo hace Ángel, lo entrega Ángel, le califican a Ángel. Y fin.
Luego pasan los
meses, en el crisol se mezclan muchos ingredientes, muchas historias, muchos
deseos, muchos proyectos, mucho animo; mi casa en orden en el pasado, pronto ha
ido cambiando, primero llegaron unas antigüedades, que ocuparon lugares de
privilegio pues pretendían ofrecer un estilo retro al diseño, luego llegaron
poco a poco los demás objetos vintage, luego rescate mi cámara Brownie Flash
IV, de una caja al fondo de un baúl, la había guardado hacia años cuando la
compre… yacia desmantelada, esperaba una limpieza. La coloque en un estante
junto con otras cámaras de cajón y de fuelle.
Luego llego mi
cumpleaños y el el día que encontré al tianguis de la Lagunilla, y los radios
en serio y la baquelita de verdad, los bulbos, la onda corta, las cintas de
cine de 8 mm y luego llego una semana después, otros siete días despues.
Fue así, ese 4 de
diciembre, el momento culminante: es una mañana de domingo aburrida en casa,
sin muchos planes, sin mucho que hacer, de salir podría ser al cine, o de
compras o a cualquier lugar, o que tal regresar a la City, que tal recorrer
bien ese Tianguis de la Lagunilla,…
Poco tiempo después,
muy poco en realidad, estamos cruzando la avenida Reforma a la altura de Bocanegra,
estamos ya en la Lagunilla.
La historia comienza
al fin con lo primero que vemos… tenia que ser así, de mágico y enorme, de etéreo
y sublime, cerrando un ciclo que había empezado muchos años atrás y que había preparado
monumentalmente el inicio de esta historia: es “2-XL”, el verdadero Robot del anuncio
de unos meses atrás, el de la tarea escolar, el que desprecie en el pasado en ese
tianguis del norte de la ciudad, que busque después y que jamas encontré; es el
Robot inteligente que jamas tuve de niño; es el Robot que pudo haber iniciado
la historia en otro momento y que de haber sido asi, seguramente hubiera sido
intenso, pero seguramente también muy diferente a todo lo que había pasado…. Y
es sin duda una revelación pues es el mismo del anuncio de mayo, el de la tarea
escolar.
Lo demás de la
historia es historia: es preguntar el precio, es preguntar por su estado, su
funcionamiento, es regatear un poco, es salir felices corriendo, es buscar un
elemento desconocido hasta ese momento: sus cartuchos de 8 tracks, y es un
golpe mágico subsecuente, con el encuentro de algunos cartuchos en un puesto
cercano; es correr a casa para probarlo, es un poco triste el ver que no
funciona, es la primera reparación real de un Vintage, es comprender los
mecanismos electrónicos de su sistema de audio, es darse cuenta de
que solo esta rota la toma de alimentación de 9V y un cable desoldado de la
bocina; es iniciar una nueva etapa de la vida, es escuchar la melosa voz
tatesca de 2-XL, es contestar su primer pregunta, es soñar despierto. Es así de
sencillo, el inicio de la historia.
Fin.
Fig. 1. Un regalo para los fieles lectores,
"el famoso anuncio"