Además de
traer momentos históricos -como cuando conseguí el número uno-, la
revista DUDA trajo una gran necesidad en mi vida: querer saber mas. Necesidad
que solo podía ser salvada por algo en ese momento, ese algo eran "Los Libros".
Y
así el paso fue automático, de las revistas DUDA pase a los libros, primero de
los mismos temas que trataba la revista, y después a libros de todo: novelas,
cuentos, historia, fotografías, etc. Y de pronto y sin darme cuenta: todo
mi dinero, todo mi esfuerzo, toda mi dedicación, se enfocó en los libros, pero
no solo en poseerlos como objetos, sino en leerlos, releerlos, abrirlos,
admirarlos, olerlos, colocarlos en el primer librero, y luego en los muchísimos
estantes que hice en la vida, acomodarlos por genero, por tamaño, por colores,
por preferencia, por antigüedad; jamas por cariño, porque los quería a todos, a
los que tenia desde antes de empezar la colección, a los comprados, a los
regalados, a los prestados y jamas devueltos, a los que hurté de la mismísima colección
de mi Papá, a los comprados en las grandes librerías y también a los comprados
en los tianguis, o en librerías de viejo en la ciudad en la provincia mexicana, en muchos
países del mundo a los que después fui.
Quise tanto a mis libros, que un día decidí ser parte de ese capitulo de la vida y de mi colección, tenia la enorme necesidad de escribir algo.
Quise tanto a mis libros, que un día decidí ser parte de ese capitulo de la vida y de mi colección, tenia la enorme necesidad de escribir algo.