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martes, 24 de marzo de 2015

RECUPERADOS

… Y así, ese fin de semana, ya decidido, subí al tercer piso de la casa, a la biblioteca que ya estaba a punto de volverse un desván más  o quizá una nueva ala de la galería Vintage; el objetivo, muy específico: localizar en los estuches, en las cajas, tras los estantes, bajo los muebles, todos los Vintages que habían estado esperando este momento, el momento de volver a ver la luz, de ser revalorizados, de tomar un poco de aliento y volver a vivir… el trabajo para ello: arduo, difícil, fines de semana completos; los resultados: gratificantes, memorables en algunos casos, insospechadas sorpresas, e incluso algunos hasta monumentales.

Baje de la biblioteca con los tesoros reencontrados, con nueva información, mucho más trabajo, nuevos bríos, una carpeta más para el archivo digital, se llamó en su día “RECUPERADOS”.
Fig. 1. El pasado del tercer 
piso.

SUPERANDO LOS LIMITES. . .

Cuando los límites fueron cambiados, la posibilidad de incluir en la colección objetos personales fue un hecho, y esa era una de las tensiones que habían estado latentes por mucho tiempo, llegando a ser casi un tabú: ¿debería de incluir los pocos recuerdos de la infancia primera, los juguetes guardados por años, los objetos cotidianos que habían sido entregados  a guisa de heredad?. Sencillamente volví a dejar que la tensión se liberara, a que cada caso sencillamente ocurriera; saque mi pequeña colección Madelman y la Colección Star Wars, para hacer su ficha de identificación, las saque para tomar sus fotografías correspondientes, las tome de la galería Vintage, en donde siempre habían estado, y en donde ya plenamente formaban parte de la colección, había sido tan sencillo.









                          Fig. 1. Tesoros que habían esperado