Hace unas tres semanas, en una
visita relámpago a la lagunilla, de tarde con una lluvia pertinaz de principios
de marzo, conseguí en el primer puesto del tianguis una joya de los reproductores de discos de acetato, comúnmente
conocidos como Tocadiscos; Y digo conseguí, porque el vintage en cuestión me lo
habían ofrecido por la mañana, lo habían revaluado en el día y lo peor de todo
de tanto probarlo habían dañado su control de volumen; a pesar de eso, Salí de
la lagunilla con mi
Wondergram-Emerson-Tocadiscos-Portátil a baterías de 1959 o 1960, enteramente
convencido de haber adquirido un tesoro.
Llegue a casa; el mecanismo
funciono en perfectas condiciones; rodo el acetato justo a las 33 1/3 rpm, de norma; sostuvo un LP de 1/3 del peso de un
EP, que también fue probado y sostenido; la aguja de doble cara solo había sido
utilizada en una de ellas por lo cual una cara estaba prácticamente nueva; el
acabado anodizado –una tecnología recién estrenada en esa época- brillaba en su
máxima intensidad con el aceite rojo como único abrillantador….. perfecto,
salvo obvio, por el control de volumen.
Los días siguientes me dedique
afanosamente a revisarlo –abrirlo fue una proeza, sin lugar a dudas los
diseñadores ingleses jamás supusieron que duraría mas de 50 años- pero el
circuito ya estampado y a transistores fue sencillamente un reto.
Deje el wondergram por dos
semanas, la suspensión de balancín del rodillo amortiguador se desalineo
durante el desarmado; un cable de conección de la bocina se desoldó, un
adjuntador se salió de posición, etc, etc, etc.
Hoy, luego de muchos días, me
arme de valor, de apoyo y de herramientas poderosas y luego de tres o cuatro
horas al fin el disco “LIME” pudo ser escuchado… solo para percatarme de un
hecho inaudito,,, armado, con su LP acoplado, el Wondergram, es sencillamente idéntico
al “POPOTITO 22”, aquella nave espacial de la serie dominical de los ochenta,
en donde un escuadrón de animales parlantes comandados por un Científico medio
loco, se dedicaban a salvar al mundo y a los anales de la historia de sus enemigos,
abanderados por el representante del “SIDA”.
Un plagio del diseño, una
coincidencia afortunada; un momento para los recuerdos…. Domingo en la cama de
papa, viendo la tele, con una nueva odisea para recordar muchos años después.