Lo único claro es ver ese día, en ese local de
objetos robados –dudo mucho que el señor se dedicara a vender los celulares
usados de su familia- entre el amontonadero de artículos un pequeño carrete de
película de cine –luego sabría que era un carrete de 15m de película super8- .
Parece un buen objeto para colocarlo al azar entre
las cámara de fotografía de mi casa, junto a la Brownie Flash IV comprada años
atrás, las planchas y la maquina de coser.
Veinte pesos es su precio, pero:
-porque no se lleva todo junto- me interpela
el vende-ajeno,
-¿todo junto?... pregunto,
-¿todo junto?... pregunto,
-Si el proyector y todas las películas... me indica,
-deme cuatrocientos; me muestra el
proyector, las películas de 400ft, son muchas, y muchas mas de 15m.
La audacia ya casi natural me hace decir:
-le doy doscientos y me lo llevo todo “ya”;
-lléveselo- dice y la historia comienza…..
Me voy muy rápido a casa, compro un líquido
lustrador de plástico y una franela, limpio el proyector, lo conecto y no pasa
nada; entonces lo pienso de primera instancia como una adorno más para el nuevo
estilo aun naciente de mi casa retro, no esperaba que funcionara, tiene al menos
30 años que dejo de usarse.
Días después, sin nada que hacer lo reviso, lo
abro, lo analizo y veo que sencillamente una banda esta fuera de su polea –no
olvidar que una banda y una polea, son mecanismos universales de transmisión,
casi conocidos por todo mundo, hasta por mi- , quito la banda, esta muy enclenque;
voy a un local cercano, solicito una
igual, compro varias, la coloco en el proyector, lo conecto. Funciona.
Luego siguieron días de entender la correcta forma
de colocar alguna cinta de las muchas que acompañaban al paquete –mil años
atrás había visto con pasmo al famoso_tio_juan, haciéndolo con su proyector, me
parecía una labor alquímica, digna de un sabio o un científico, y en ese
momento sin siquiera posibilidades de preguntar nada; fue la época de cuando
los domingos de la infancia eran los días de ver cine en casa, las películas
tomadas por el mismo famoso tío, escenas antiguas de la familia, de los abuelos
aun jóvenes, de la época en que mis padres se conocieron de los recuerdos de mi
infancia-.
Luego, descubro con ironía que en la tapa interna
del proyector hay un diagrama de la correcta forma de colocar la película; la
sigo lo mejor que puedo, la cinta comienza a correr, la imagen a proyectarse….
La magia comenzó, la historia estaba a punto de
comenzar, siguieron algunos días difíciles que lo frenaron, cuando llego no
hubo nada que lo parara; pero esa es otra historia.
Fig 1. El hoy Celebre Proyector RAYNOX