No tenia
mucho por hacer ese miércoles de mediados de Septiembre, estábamos en la casa,
con el frió de esa mañana brumosa, había estado lloviendo el día anterior.
Me senté en
mi silla, saque mi computadora para entrar a internet y ver que hacia, cuando
voltee a una de las mesas que funciona a manera de estante; esta mesa que
en realidad es una base de maquina de coser da justamente a la puerta de la
entrada de la casa y debido a que esa puerta no tiene botaguas todo lo que esta cerca
-incluida la mesa-estante, se llena de mucho polvo; así que armado de valor y
mucho tiempo me dispuse a limpiar la serie de objetos que ahí había estado
acomodando a lo largo de algún tiempo; pronto la limpieza simple, paso a la revisión
incipiente, y a la remembranza sublime; estaban muchas de las pequeñas cosas
bonitas que habíamos conseguido en esos años, estaban, los robots, el Saturno con su
único misil, los 2XL de primera y segunda generación, el pequeño Robot de Pistones, que tanta emoción nos dio ver cuando lo probamos la primera vez, los
radios de bolsillo, Crown y General Electric, La consolita Phillips que tan bien
toca las estaciones de la Radio y que emociona hasta los mas antiemocionables cuando
enciende su ojo luminoso, la Polaroid comprada aquel martes caluroso en Cuautitlán cerca del canal, por casi nada, el Proyector View Master eléctrico, que de
verlo tan pulcro en su baquelita negra decidí mejor quedármelo, las charolas Ultra-Vintage Lulu de los eternos contrincantes, Poli-UNAM; seguía queriendo
admirar los trenes, las maquinas, las demás cosas que estaban en la mesa-estante, cuando me di cuenta que una vez mas se me había ido el tiempo y se acercaba
la hora de ya irme al trabajo, me dispuse a arreglarme , cuando pase por la galería
principal, me asome un poco, me alegraba ver sus ahora grandes estantes, sus
muchos objetos, tome un juguete Cipsa y mis manos solo permitieron darme cuenta que se avecinaban tiempos de
mucho trabajo.
Fig. 1. Antes de comenzar.
Fig. 2. Casi al final.