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sábado, 15 de octubre de 2016

REVISTAS VINTAGE . . . 1

PARA EMPEZAR.

Hace pocos días, llego al buzón de mi casa, una revista de publicidad de una enorme tienda departamental, tenía varias secciones: ropa, electrodomésticos, muebles, la colección que presentaba de estos indicaba: “estilo vintage”.

Ya he tocado en muchísimas ocasiones el tema concerniente a los términos “Vintage y Retro”; las diferencias implicadas e incluso la diferencia con otros términos como “antigüedad” y “clásico”;  no abundare más sobre el tema, salvo por lo concerniente a varias preguntas realizadas por los amables lectores al respecto de entradas anteriores, en las que se menciona a una serie de Revistas justamente con el término “Vintage”.

Entonces: en el sentido más coloquial una revista que ha cumplido su función -recreativa, informativa, utilitaria, etc.- prácticamente es un desecho, comúnmente se refiere a ellas como “revistas viejas” o “revistas atrasadas”; este tipo de material, debido a la fragilidad de su estructura y a las cualidades de los materiales con los que se manufactura, fácilmente puede convertirse en un producto residual.

Sin embargo, una “Revista” en cualquiera de sus posibilidades editoriales: historietas, informativas, lúdicas, de divulgación científica, especializadas, etc. y en cualquiera de sus posibilidades pragmáticas: lectura, rediseño, investigación, coleccionismo, etc. puede también considerarse en el ámbito de la definición actual de “objeto Vintage” por lo cual:

Dado lo anterior, se hace necesario considerar dos cosas:
Primero, que, bajo esa definición, cualquier revista que se haya publicada antes de 1996, puede ser un objeto Vintage, considerando que mientras esto escribo, corre el año  2016.

Y segundo, que esa posibilidad de convertirse en objeto Vintage, no solo la establece el año de publicación, si no también las características de la revista, es decir -ateniéndonos a la definición anterior- deberían ser publicaciones de “particular belleza”; y aquí es en donde se genera la mayor cantidad de controversias del mundo Vintage, pues la “particular belleza”, es por lo menos un término subjetivo.

Además considerando por un lado, que los “cánones de belleza” que en el pasado existían para una gran cantidad de objetos, cosas o situaciones, en la actualidad han tenido que reconsiderarse, en pos de convencionalismos modernos más incluyentes y abiertos; y, por otro lado, que existe una ingente cantidad de tipos de objetos, para los cuales, esos cánones ni tan solo han tenido la oportunidad de concretarse en una declaratoria, de alguna asociación, sociedad, centro, grupo, club, etc, entre ellos "Las Revistas", es importante mencionar entonces, que el termino: “particular belleza”, se torna no solo subjetivo, sino relativo y hasta ambiguo; lo cual desde luego puede dar la pauta para establecer precisamente esos criterios, características o finalmente cánones no concretados.

Por lo cual De todo lo anterior podemos extraer una sencilla conclusión:

Al igual que en cualquier gran colección, lo que importa no es “La Regla”, sino la “Excepción”.

Terminaré entonces diciendo, que sin importar si es papel couche o papel revolución, si es impresión litográfica o linotipia, si es a una sola tinta, o a nueve tintas, si es  ficción o  recetario, si esta en ¼ de carta o en tabloide, si esta dibujado o tipeado y con fotografías, si esta dedicado a niños o a adultos, si es de una editorial puramente mexicana o adaptada de alguna extranjera, las  Revistas Viejas, que tanto propugnaron por tener un lugar fuera de bibliotecas y hemerotecas, son hoy mas que nunca:
 “Objetos Vintage de excelencia” .

Busquemos y continuemos pues.



Fig. 1. Una Imagen del original estilo vintage, tomado de una revista de los años cincuenta.



Fig. 2. La original imagen de la revista citada.