Es una de esas mañanas libres de
lunes, en que mi actitud vintager se vuelve más profusa y así con tiempo me
pongo a reparar una caja musical Fisher Price, pues su cuerda está trabada,
encordada diría el vendedor que pocos días antes la había puesto en mis manos;
abro el compartimiento de la cuerda y mientras comienzo a desbrocarlo, vienen a
mi mente las otras maquinarias de cuerda con las que me había enfrentado ya
antes, maquinarias enormes y también maquinarias diminutas, como la de los
pequeños robots de los años setentas, todas ellas de plástico selladas, casi
imposible de ser reparadas, como la de un pequeño robot de la marca TOMY que
repare hace ya unos años; y mientras pienso en ello, pienso también que hace
unos pocos días, en uno de los grupos divertidos de la red social FB, alguien coloco una imagen de ese pequeño
robot, que si lo recordábamos era el encabezado de esa publicación, yo de
inmediato me apreste a poner comentarios al respecto; sin embargo esa noche
mucho estuve pensando en la larga serie de coincidencias y divergencias que a
veces acompañan a los Vintages, precisamente como las que acompañaron por
siempre al pequeño robot TOMY, pensé en ello mientras intentaba dormir, y dado
que no lo conseguí, seguí leyendo los comentarios al respecto de la publicación
FB, y justo cuando quería participar, mi señal Wi-Fi se fue, y no pude recuperarla, ni esa ni la del buen vecino,
ni ninguna, y ya no pude entonces comentar que aunque la marca TOMY, era una marca
Japonesa fundada en los años sesenta, su fusión y expansión norteamericana,
llego a producir juguetes en el mismísimo USA, justamente como el pequeño Robot
TOMY, que muchos pensaron que era una reproducción de R2-D2 un personaje de la famosa
película contemporánea STAR WARS, sin embargo pese a las semejanzas, la citada
cinta fue estrenada un año antes de que el Robot TOMY fuera puesto a la venta, más
aun, llego a México algún tiempo después y de contrabando, en donde adopto el
gracioso mote de Arturito –cuestión chusca, dado que en la ya citada
película, al referirse o interpelar a R2-D2 en algunas ocasiones fue acortado a
R2, ar-two o artu, como se escucha, y luego entonces dado su pequeño tamaño: artu-rito-.
Entonces R2-D2 y Arturito, fueron en
mexicano, al menos en eso años, el mismo personaje.
La historia es por lo menos
divertida, por lo más interesante, R2-D2, es un androide, no tiene manos y
funciona con baterías termocargadas, es blanco con paneles azules de led frio y
herramientas de corte, tracción y de interfaz de comunicación y control; Arturito
es un Robot que da pasos sincronizados, tiene un par de manos con tenazas, es
plateado con carcasa superior roja trasparente –aunque existe una versión azul y verde- y
funciona con un mecanismo de cuerda manual, justo como el de la caja musical
Fisher Price que estaba reparando aquella mañana de lunes, mientras recordaba
esas cosa.
Pensé en ello mientras recapacitaba
en los muchos Tomis conocidos. . . como
el homónimo álbum del legendario grupo de rock The Who, o incluso en la
historia de Tomy, del perene Cesar Costa,
que cosas. . .
NOTAS:
1. Wi-Fi regreso días después, la caja Fisher Price fue reparada y
Arturito atesorado aún más en mi galería Vintage
2. Parece ser que en realidad
Arturito era una versión no autorizada de otro Robot histórico: B9 de la serie
“Lost in Space”. Al menos tiene más semejanzas con este, que las diferencias
con R2-D2.
3. Esta historia quizá sea reescrita.
Fig. 1. El famoso Robot de Tomy
Fig. 2. El Robot R2-D2, de Star Wars.
Fig. 3. El Robot B-9 de "Lost in Space"
Fig. 4. El afamado LP de los años sesentas.