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domingo, 30 de septiembre de 2012

EL CROMO DEL QUIZA: "NO PAYO"

Hace unas semanas publique una entrada sobre un Cromo, la historia era esta en resumen:
 
Tras una visita al  Tianguis de antiguedades de la Colonia Doctores, mientras caminaba por el Jardín en donde este se  instala, presencie el regateo sobre un cromo.  El regateo obvio era en base al precio, por parte del comprador y en base a la calidad por parte del vendedor; este aducía que se trataba de un cromo en original a mano, de "El Payo".
 
Y dado que me pareció pertinente revisar el material, le solicite al vendedor que me permitiera analizarlo; y en efecto, la iconografía era muy parecida a la de "El Payo". Di mi "humilde" opinión a ambos y me aleje del lugar.
 
Luego de algunas hora volví a encontrar a los compradores ya con su cromo y muy felices; los felicite por la compra.... -un precio bastante adecuado- y les solicite autorización para tomar una foto de su nuevo cromo, a lo cual accedieron.
 
Días después buscando a los publicadores de "El Payo" solo pude contactar al hijo del creador y argumentista, quien amablemente me auxilio para dirimir la situación del susodicho cromo.
 
Y Resulto al final de acuerdo a su evidente conocimiento de la iconografía de "El Payo", las consultas que hizo con su Madre y otros análisis, que el cromo no "parecía" al menos corresponder a alguna imagen utilizada en la elaboración de la revista, al menos no fue utilizada para realizar alguna portada o algo por el estilo.
 
Y aunque la opinión de mi interlocutor es demasiado objetiva, me queda aun la incertidumbre,,,, y pondré al menos dos comparaciones entre el cromo y extractos de portadas de la revista. 
 
Por lo tanto, dos cosas: la incertidumbre perdurara aun, fue el cromo de aquel día, pintado al menos por el dibujante de la revista -mejor dicho, por alguno de sus dibujantes-.
 
Y por otro lado, en mi investigación conocí a una persona sencilla y extraordinaria, Nada mas y nada menos, que al Hijo del Creador de "El Payo"....
 
Una ultima cosa, los poseedores de la pintura por el precio y por la calidad de la compra, sencillamente deben de estar felices.
 
 
(a)                                     (b)
 
Fig. 1. (a) versión del comic, (b) versión del cromo.
Nota: obsérvese la similitud entre la "Lupita" de ambas
versiones y "El Payo", en cuanto a actitud,
vestuario, posición, etc.

CRONICA DE VISITA . . . . 5

Fuimos a esa tienda de antiguedades en ese lugar "muy, muy lejano", en ese viernes en que todo parecía estar mal, y justo... no encontramos nada; el pueblo fantasma, la tienda de antiguedades, sin antiguedades -que valieran la pena al menos-, incluso, los restaurantes, sin comida -la esperada claro-.
El viernes luego se salvo lujosamente pero dio paso a un fin de semana extraño, lluvioso, brumoso, triste, melancólico.
 
Me puse a no hacer nada desde el sábado, las terapias consumistas estaban dejando de funcionar; para el domingo, el estado de crisis estaba declarado. Y así sin mas solo me puse a arreglar mi casa -terapia ocupacional-, tire miles de cosas inservibles; periódicos que no decían nada, dulces que ya no endulzaban, bolsas que no guardaban nada... reacomode por enésima vez los mil discos, volví a escuchar mientras, los sincopados ritmos norteños y a los melosos cantantes de la voz de terciopelo, al ska rasposo y el post-punk aguijoneante.
 
Reacomode libros, y enseres domésticos, las latas de comida -lo unico comestible aqui- y los objetos vintage que habían salido de mi galería los devolvi a su lugar.
 
Abrí la portezuela que esta abajo de la escalera y encontré unas cajas que no había visto en años, desde que llegue a ocupar la que en ese entonces era "mi casa nueva"... y estaban ahí, "Mis juguetes de la Infancia"... mejor dicho, los únicos juguetes que conservo de la infancia, los únicos que sobrevivieron a los cataclismos por los que he pasado.
 
Los saque y los trate con cuidado, los observe por un momento y luego pense inmediatamente en limpiarlos, en dejarlos listos para que ocuparan el lugar que en mi vida les correspondía; de los objetos, de ellos, hablare otro día.
 
 
fig. 1 parte de lo encontrado.
 

LA HISTORIA COMIENZA. . . 00

Recuerdo algunos comics de mi infancia pero mas recuerdo que el mundo giraba a un ritmo ligeramente diferente al actual -a decir verdad, "muy" diferente-.
En mi casa se leía el "Lágrimas, Risas y Amor", aquel comic -cuasi telenovela, que de hecho dio origen a muchas de ellas- que se creo en los años sesentas y perduro hasta esos días en que el país decidió cambiar... era la epoca de los comics de bolsillo, quiza por practicidad, quiza por la crisis en que se vivia; recuerdo muchos de ellos, Batu y el Tawa, Mini Leyendas, Mini Tragedias, Hermelinda Linda y el Capulinita; solo vi en la distancia, en las cajas del atico de la casa, los números que se guardaban de Paquin y Chamaco, creo que habia algunos números de un comic de Bozo, y muy al fondo estaban escondidos los números de unos comics mexicanos de terror: "El jinete de la Muerte" y "El Caballo del Diablo"que además de charros empleaban cierto erotismo en sus contenidos. Aun recuerdo los números que había de ese otro comic de Charros, "El Payo". No llamaban mi atención entonces, solo cuando de ir al ático se trataba, por la aventura, por buscar cosas y encontrar otras, por nuestra niñez, la mia y la de mis hermanos.
 
Yo solia comprar por esos dias justo uno de esos mini comics, el " Mini Milagros", fue una de mis verdaderas primeras colecciones, comence comprandolo cuando ya casi dejaba de publicarse, y como en el futuro, busque junto con mi hermano por todos los tianguis y mercados cercanos a mi casa -solo dos en realidad-  conseguimos  muy pocos numeros atrasados.
 
El minimilagros era un comic sensacional, en ese formato 7x11, en papel revolución y tinta sepia, sus dibujos realmente artísticos y sus coloridas portadas normalmente trataban de historias extraídas de la Biblia o de la tradición popular referente a la vida de los Santos, e incluso de casos e historias de milagros "reales"
 
El comic nutria mi imaginación y mi creatividad, mi necesidad de saber mas cosas y mi deseo de pintar y dibujar como lo hacían los dibujantes de la revista.
Conserve casi toda mi infancia mi colección del Minimilagros, la protegí de las inclemencias del tiempo, en un tiempo en que la naturaleza parecía inclemente con mi pueblo natal, la conserve de los familiares que solo querían leerla pero que no sabían conservar nada. La conserve a costa de todo, en una época en que el todo era solo mi colección del Minimilagros.
 
La vida siguió y mi niñez avanzo; durante esta época conseguí muchos números atrasados, otros muy atrasados, quería tenerlos todos, pero eso jamas fue posible. Y un día la revista dejo de publicarse, sin mas preámbulo y sin mas explicacion, así como así.
 
Después un día, llego la adolescencia, y con ella el fin del pasado, los estantes fueron ocupados, primero por otras revistas, luego por libros, luego por el futuro, y el pasado desapareció, la colección se desbarato, jamas supe que fue de ella, salvo por dos números que quedaron en una caja y que aun conservo.
 
Y luego pasaron años, luego hubo muchas cosas que contar, luego llego el cine a mi vida primero y luego las antiguedades o la fotografía o todo eso.

Cuando la historia comenzo, hace casi un año, en una de esas ironías del destino, el único numero que encontré en las primeras visitas a los tianguis de antiguedades que hice,  fue el numero que de niño siempre quise tener,  un comic publicado nada mas  ni nada menos que el 22 de mayo de 1976, "EL PRIMER NUMERO DEL MINI MILAGROS". . . 
¡carajo, los milagros si existen!
 
 
Fig. 1. el Primer Mini Milagros
 
 
 
 

CRONICA DE VISITA . . . .4

Estaba en ese domingo sin muchas ganas de hacer algo, el mundo giraba desacompasado, fuera de ritmo y fuera de tono, estaba incluso fuera de sincronía, algunas cosas de la vida giraban a velocidad de vértigo y algunas otras con singular lentitud.
 
Las noticias de la ciudad del país y del mundo una vez mas estaban llenas del caos del universo actual, la lluvia seguida del calor hornico, no permitían un fácil proceso de la respiración, por el bochorno que generababan y la television no tenia programado nada para ese dia que pudiera cambiar el rumbo de las cosas.
 
Entonces sin saberlo, como en una teletransportación, aparecí en la calle de Bocanegra en la lagunilla.. y casi sin meditarlo y casi sin proponermelo, llegue a ese local en donde estaban algunos de los números faltantes de mi colección de revistas de "El Payo". El día tomo un nuevo color, una nueva temperatura y se sincronizo su ritmo. Luego las lleve a casa y las coloque como es debido en posición de lectura, después las dispuse en su sobre correspondiente para ser conservadas.

Días después alguien me increpo sobre las revistas y sobre los comics mexicanos, me acorde entonces de una discusión que habia presenciado a razón del payo y a razón de los comics, las platicas que tuve para saber algo y me dio un poco de tristeza ver como en realidad el mundo seguía igual que aquel  domingo por la mañana.
Fig. 1. Algunos numeros de "El Payo"