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jueves, 30 de junio de 2016

UNO . . .

Salí de mi cuarto de estudio después de revisar –como pude- algunos volúmenes de los periódicos guardados, y en la entrada me topé con una de mis consolas, comprado hace poco; esa vieja consola alemana que tanto trabajo me costó volver a poner en funcionamiento.  Abrí su estante portadiscos y saque uno así al azar, el que saliera primero; era un disco de Libertad Lamarque, solo me gustaba una canción de ese disco y por eso lo compre, que cosas esa canción la grabaron para la película argentina “El Final de la Noche”, que se desarrolla en Francia, durante la ocupación Nazi… y yo escuchándola, en mi viejo tocadiscos alemán, que cosas.

Fig. 1. la pequeña consola, con varios adornos adicionales: al centro, un tocadiscos RCA de baquelita, encima al frente plato y taza de cristal blanco de los años sesentas, en la parte de atrás una cámara de cine Kodak de 16 mm; derecha e izquierda respectivamente, alcancias de vinilo de Charlie Brown y Kitty.

Fig. 2. El lejanamente afamado disco.

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