LOS JUGUETES DEL MERCADO.
Antes, para muchos niños de casi todas las clases sociales en
México, de casi todos los rincones del país, los juguetes del mercado, fueron
la alternativa, ante todo; ante una necesidad insatisfecha, ante un deseo
reprimido, ante un premio negado; fueron el intermedio entre los regalos
navideños de un año y otro; el pago por el acompañamiento a las compras del
“mandado”; fueron, sencillamente parte de la cultura de los niños, por años,
por siempre quizá; para muchos, significaron incluso mas que eso, significaron,
grandes compañeros de épocas difíciles, trofeos inconmensurables, alimento para
la imaginación, y en si mismos, la infancia plena.
Para muchos, como mi hermano y yo, fueron todo eso, y
quizá, aun mas. Aun recuerdo esas cajas enormes que resguardábamos en el cuarto
de los tiliches al fondo de la casa, mas aun cuando vaciábamos su contenido
para disponer de nuestros juguetes, y mas un todavía, al crear nuestras grandes
aventuras infantiles.
Los juguetes, siempre estuvieron ahí esperando para
ser jugados.
Cuando la infancia termino, el ciclo de nuestros
juguetes, también. Desaparecieron sin dejar rastro alguno, sumidos en un velo
de silencio, que jamás pude develar.
Y luego llegaron una vez más, cuando la gran era
Vintage comenzó. Llegaron primero los grandes juguetes “Coleccionables”, en el
mas puro estilo Vintage: los Robots de lámina litografiada, los trenes, los
carritos; y luego cuando las auto-restricciones de mi colección llegaron a su
fin, llegaron también los bootlegs y finalmente los "juguetes del mercado".
Estaba en casa pensando en ello mientras escribía,
recordaba cosas y volvía a disfrutar de la compañía de muchos juguetes que había
en la colección, en espera de ser jugados aun.
Fig. 1. Juguetes.
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