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martes, 24 de enero de 2017

CUARENTA Y SIETE Y SEPTIMA

Estaba escuchando la canción: "Me voy pa´l Pueblo", recostado en un diván, ya tarde, recordando los lejanos caminos de la historia que habían ocurrido en torno a ese día. 

Las tardes de sábado de mi última infancia mientras veía con mucho entusiasmo los programas de la historia de la música de Jaime Almeida, cuando supe que “Los Panchos”, aquel lejano Trio mexicano, habían sido fundados nada menos que en la ciudad de Nueva York; lo leí varias veces después en documentos del pasado, lo comenté en los días de la larga bohemia varias veces también, aunque casi nadie lo creía por inverosímil; hace algunos años, cuando finalmente casi todo el acervo televisivo estuvo disponible en Internet, vi una entrevista de los años ochentas en la cual Hernando Aviles lo declaraba así:

-Nos encontramos en la calle
47 y séptima avenida, y me
dijeron, Vamos a crear un Trio.

Y ese trio, fueron “Los Panchos”.

Ese día habíamos caminado por Central Park, y luego por la Quinta Avenida hasta el edificio Flatiron para subir por Broadway hasta Times Square, y ahí por la séptima avenida hacia el hotel.
Unas calles adelante, tomé una fotografía de dos letreros que estaban en un poste, solo había eso, no había una placa o una fotografía, una bandera, o algo más que esos dos letreros que indicaran que ahí nació una leyenda, que ahí nacieron “Los Panchos”.

Estaba en el diván del hotel, recostado, pensando en todos los recuerdos del ayer, y en que quería recordar ese día que estuve ahí, por el resto de mi vida, mientras la música de mi lista NYC-Ipod, seguía sonando.


Fig.1. Los Letreros.

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