EL DISCO DEL HOLLYWOOD BOWL.
Estaba en mi casa ese fin de semana, limpiando los
muebles de mi sala de estar, cuando por mera casualidad, abrí una de las puertas
del mueble central, mueble que sirve de almacén y que resguarda muchas cosas
de la casa y objetos personales, y no queriendo perder mucho tiempo en
reacomodar los objetos, solo eché un vistazo; estaba ahí una serie de discos de
la colección que he tenido casi desde niño, lo que es más, la mayoría de esos
discos fueron de papa, incluso antes de que nosotros naciéramos, entre esos
discos, estaba uno que me regalaron hace algunos años, era el disco que se
grabó durante el concierto de los Beatles en el Hollywood Bowl. Lo coloqué en
algún momento ahí, sin considerar que por sí mismo era todo un Vintage; estaba
observándolo, cuando recordé esos lejanos días de mi adolescencia, cuando en mi
querido programa de televisión “Video Cosmos”, en la sección de Clips, proyectaron dos videos, uno de la
Canción If I feel y otro de Hey Jude ambas del grupo The Beatles. Una vez más “atrapar” es la
palabra que definió ese momento, pues a partir de ahí, ya no hubo otra música
para mí; de pronto los viejos discos de Francisco
Gabilondo, la música de José Alfredo,
incluso la World Music y las Big Bands que tanto me fascinaban,
quedaron atrás, por muchísimo tiempo.
No había bien acabado el programa de televisión,
cuando ya estaba en el mueble de los discos de papa, buscando ese disco que le
había visto tantas veces, y que en esas confrontaciones de padre-hijo, tanto le habíamos criticado mi hermano y yo. Y ahí
estaba el disco, casi inmaculado, listo para ser apoderado, lo coloque en
nuestro -aun flamante- tocadiscos Fisher y como en un acto mágico, mi embeleso creció
con cada canción. Lo escuche ese día varias veces, y muchas más los días que
siguieron. Hasta que, sin quererlo, se rayó.
Estaba recordando todo ese pasaje de mi vida mientras
escuchaba en uno de los reproductores de discos de mi colección Vintage, al
disco de Los Beatles en el Hollywood Bowl;
aun tenia esa magia, la había tenido siempre, y así ese día y por algunos días más,
la alegría de vivir volvió de la mano de mi música.
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