Estos días en
que me dediqué a escribir una reseña histórica de una revista que fue
importante en mi vida, estuve revisando paralelamente documentos, análogos que
se encuentran en sitios muy dispersos de internet, blogs en WordPress y Blogger,
videos en Youtube, perfiles de Facebook, etc; y una cosa llevo a otra, primero
fue un video de un youtuber que se enlaza
con otro video de uno de esos programas de principios de los años noventa en
donde en una mesa de debate se confrontan creyentes de ovnis, contra escépticos.
Y comienzo a recordar cuando vi ese programa en su transmisión original, estaba
iniciando mi bachillerato en el CCH Sur, eran días para no olvidar jamás, mucha
bruma entre el bosque en donde se asentaba mi escuelita, mucha candidez.
El programa
formaba parte de una serie, que ya ni supe en que numero terminó, pero sí sé
que todos estos programas, eran maratónicos, comenzaban por la noche y
terminaban ya bien entrada la mañana del día siguiente.
En la presentación
de los debatientes de ese primer programa, por alguna razón uno de ellos
llama mi atención, Se llamaba Rafael Fernández, y algo llama aún más mi
atención, lo presentan como catedrático de la FES Cuautitlán de la UNAM. Por esos días, para mí la UNAM, era la Ciudad
Universitaria; representaba los paseos de cuando éramos niños en las Islas y
las caídas de la avalancha en la explanada del Estadio Olímpico; en mi fuero
intimo los límites de la UNAM, se habían extendido un poco hasta mi etéreo CCH
Sur, en pleno pedregal de San Ángel.
Un velo oscuro,
separa ese momento mientras veía el programa de los ovnis en la tele,
al día en que llegue a mi salón de clases en mi segundo año de
carrera universitaria, nada más y nada menos que en la "FES Cuautitlán",
y nada menos que a mi curso de “Fenómenos de Transporte”, y nada menos que con
el Dr. Rafael Fernández, el velo oscuro, termina; habian pasado al menos cuatro o
cinco años entre esos dos momentos, y pasaron muchos años más entre esos momentos y
hoy, en que sin querer encuentro ese video en donde sale el queridísimo Dr.
Rafael Fernández, quien en otra de las
casualidades de la vida y del destino, fue quien me invito hace años a plasmar
mis ideas políticas de entonces, en… un Blog., que cosas no.
Fig. 1. Una escena de ese programa.
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