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martes, 31 de mayo de 2016

COMPUTADORAS

Mientras esto escribo, traslado toda mi información a un nuevo sistema de cómputo; y mientras eso ocurre no dejo de recordar los primeros días en las computadoras, los cambios de procesadores y de sistemas operativos, las noches de hace mucho frente a la pantalla depurando línea tras línea de códigos de programación; ha habido cosas grandiosas, por lo cual hago un sencillo homenaje a todas la UNIVACS del pasado, que ahora han permitido seguir escribiendo. Por ello y por todo, adelante.

martes, 17 de mayo de 2016

RECUERDOS DE ACAPULCO 2…

La historia de las cajas de fotografías compradas en el tianguis de la colonia de los doctores, es una historia ya vivida y ya inventada: Es una caja que contiene el archivo histórico de una familia, son fotografías, películas, documentos de una vida que fue, tiempos ya idos, un pasado que vibra en la pregunta: ¿Cómo llegaron a deshacerse de esto?, y es entonces la respuesta… la historia inventada: un embargo, una venta por la desgracia, un robo, el final de una estirpe… muchas historias inventaba yo cada vez que algo así encontraba; pienso en todas esas cosas que pertenecen a mi colección Vintage, que son la memoria de una familia, como aquella serie de películas de la vida de Laurita1, comienza en el paseo de bodas de sus padres y termina en su fiesta de quince años, o la correspondencia de la señora Flores, que va desde los años cuarenta hasta casi el fin del milenio, o desde luego la familia sin nombre de las vacaciones en Acapulco2.


Había algo mágico en ello, en el “Hotel la Playa”, en el “Tiburón Ballena”, en las fotos de la señora sin nombre, sencillamente en todo lo que giraba alrededor de Acapulco.
Fig. 1. La señora sin nombre en el Acapulco de los cincuenta.

Notas:
1. La historia comienza, entrada del           
    22 agosto 2012.
2. Recuerdos de Acapulco 1, entrada del 17 mayo 2016.

RECUERDOS DE ACAPULCO 1...


Parecía ser que todo había comenzado  ese caluroso día de mayo en el puesto de antigüedades del amigo Paquito, cuando saco la caja de fotografías que me quería vender...  y digo que parecía, porque en realidad casi era la parte final de una historia también muy larga, de años, o quizá de décadas o incluso hasta de siglos pasados.. Era la historia de Acapulco, en realidad era una historia que yo no debería de contar, porque ya estaba muy contada; en la actualidad se podía saber todo, con fechas y detalles, de casi cualquier cosa, incluyéndolo todo... Internet.

Me quedo más claro que nunca, esa noche de hace poco tiempo, en que interesado en saber los detalles históricos de las playas acapulqueñas “La Condesa e Icacos”, ingrese a una serie de documentos que hablaban de las primeras noticias registradas por escrito del Acapulco de los años veinte; entre otras, del encuentro fortuito de uno de los nativos pescadores de Acapulco con un Majestuoso Tiburón Ballena; pensé en ello mientras revisaba las fotos que quería venderme Paquito en el tianguis de la colonia de los Doctores aquel domingo caluroso de mayo.

Compre tres cajas con fotografías, las lleve a casa para la limpieza habitual y para revisarlas; recogían imágenes de las vacaciones de una familia en el Acapulco de los años cincuenta, capturaban el paseo en una “Playa Icacos” aun en ciernes, y registraban la captura de un animal marino, de un: “Majestuoso Tiburón Ballena”.

La historia de Acapulco no solo era una historia de coincidencias, no solo era una historia de hechos históricos, era una historia de amor y estaba más que nunca en mi corazón.

Fig. 1.  Aleta caudal del tiburón ballena.

Fig. 2.  Aleta dorsal del tiburón ballena. 

Fig. 3.  Costado del tiburón ballena.
Fig. 4.  Cabeza del tiburón ballena.