Lo buscaban incluso del mismísimo museo
del juguete, pero nadie lo vio más que nosotros en ese marzo apoteósico; sin
duda el juguete que cualquier niño -del pasado claro- habría querido tener, un
tocadiscos sin conexión y sin pilas, un TOCADISCOS MÁGICO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario