...Fueron muy extraños y para variar difíciles; luego de aquella vorágine de
fin de año –del año pasado- de querer escribir mucho casi en los últimos minutos,
llego de pronto enero y sus peligros; las cosas parecían de pronto ponerse más
divertidas, pero con ello llego el mucho trabajo, la búsqueda de tesoros de
pronto se vio convertida en una búsqueda ”hormiga”, continua, casi de todos los
días, en cualquier lugar, en cualquier momento, y así poco a poco se fue
llenando la mesa de limpieza, las carpetas atiborrando una vez más, la información
agolpándose en la computadora. Y una cosa llevo a la otra de pronto había nuevas
colecciones Vintage en puerta y de pronto había nuevas colecciones simplemente.
El trabajo era feroz, de todos los días, limpiezas profusas de muchos objetos, documentación
detallada y minuciosa casi obsesiva, las cajas con Vintages documentados y
limpios eran rápidamente sustituidas por nuevas cajas con Vintages a documentar
y limpiar, y así de pronto acabo el primer mes del año y entonces solo decidí
ya poner orden.
Y febrero fue idóneo para ello… mi salud mejorando, mi ánimo reanimado
y mi computadora procesando al máximo… y en ese arrojo lo primero que hice ese
febrero, fue ir en tropel a los viejos tianguis en una búsqueda delicada y
animada.
Ese primer día de febrero de ese 2015, será recordado por muchísimas cosas
que acaecieron, los cambios de planes, los nacimientos, los planes alternos, la comida en el tianguis, recorrer colonias perdidas al norte de la ciudad... y por la búsqueda en el tianguis de la pirámide al sur de la
ciudad... y por haber vuelto una vez más a comenzar.
Mañana continuaremos.
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