Específicamente, alguna vez que
busque una definición oficial de “Objetos Vintage”, el ejemplo que daban en un
diccionario reconocido –al menos por mí- era el siguiente: considere un automóvil
producido en la década de los sesenta, y un automóvil último modelo, que retoma
detalles estéticos de aquel (incluyendo el nombre), el primer caso es el de un “Objeto
Vintage”, el segundo, es sencillamente una “Versión Retro”.
En fin que aunque muchas veces este
blog ha tratado sobre ese particular, también es notorio indicar que casi nunca
se han tratado temas referentes a los Vintages Automotrices, cual colección aparte,
cual pasión sustituyente, y sin embargo, cual “Objeto Vintage”; y aunque creo
que sobre este tema solo se han colocado una o dos notas en este blog, ha sido más
bien por coincidencias aciagas, contrariedades incidentales, o quizá por algún temor;
pues de toda la colección Vintage, lo concerniente a los automóviles, sus
partes y accesorios, casi siempre tiene como idea fundamental el: “funcionar”, casi específicamente debería decir: a correr los autos, a
instalar los accesorios, bruñir las partes cromadas, a hacer funcionar sus
sistemas de audio.
Así fue como en el plan escrito para
esas últimas vacaciones –que para cuando esto escribo, aún están corrientes- lo
tocante a los autos tuvo desde el principio un lugar preponderante, pues eran muchísimas
cosas que se habían postergado, además de lo cotidiano: lavar, encerar, pulir,
ajustar, carburar, rellenar, etc.; había cosas específicas y que al menos
cuando se hicieron fueron sumamente divertidas y satisfactorias: identificar
partes originales, seguir la historia mecánica, colocar accesorios e insignias
perdidas, etc, etc, etc.
“Autos” fue la palabra con la que se
nombró la carpeta que contenía la información correspondiente de los objetos Vintage
de la colección. “De Autos” es como se nombró esta entrada del blog; mañana
contare muchas cosas, para quien quiera divertirse un poco, hablando de autos.
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