El resultado final, no solo aumenta mi colección de reproductores de audio antiguos, sino que me llena de enorme emoción al saber que un equipo de semejante envergadura puede aun estar con vida y funcionando, su intenso siseo, su ronco sonido catacumbico, su mucho darle cuerda para escuchar una sola canción, ni aun eso ni mucho mas, pueden cambiar las cosas; ni aun los sistemas Hi-Fi stereophonics de 7.1 canales, ni las salidas de audio digitales con compensación de 3 kHz de frecuencia por banda, ni el efecto waa, surround sound, se comparan con la magia de que surge cuando la Victrolita Víctor Comienza a funcionar.
Este me recuerda a una cajita musical, aparatos dìficiles de encontrar ... y los has encontrado ... quiero uno asì ...
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