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miércoles, 28 de noviembre de 2012

PAILLARD MAESTROPHONE ELECTRO . . . .

Las cosas son así para quien con pasión se entrega a algo, por ejemplo a la búsqueda de tesoros; aunque algunas veces esa búsqueda con pasión llene de trabajo a días enteros.
Y entonces esa búsqueda incesante dio otra sorpresa hace casi una semana, en una visita fugaz a un tianguis de todo, apenas unos minutos para encontrar uno de los únicos equipos  de audio antiguos que se diseñaron con motor eléctrico, un equipo fabricado en suiza a finales de los años treinta o quizá a inicios de los cuarenta, que aun cuenta con amplificador analógico directo basado en el clásico sistema de membrana-bocina.
Sin embargo como es obvio en estos casos el equipo no esta  completo: fue puesto sobre un gabinete de madera terciada de varios grosores , con un diseño en la bocina inspirado en los garigoles de la época victoriana, juntas atornilladas y pegadas con resistol de contacto, pintura en el plato, laca en la madera, etc. y como suma: una adaptación terrible.
Y obvio también, el fin de semana siguiente a la compra fue dedicado completamente a una verdadera adaptación-restauración, basada en una investigación de los posibles gabinetes sobre los que se monto originalmente el equipo: madera de pino con laca oscura, salida de audio simple con diseños art-deco, tapa de gabinete con salientes visibles.
El resultado, a los pocos días de la compra llena de orgullo este blog, pues le devuelve honrosamente la belleza al equipo de cuando seguramente se mostró como un adelanto tecnológico. Cuando compitió con las victrolas y gramófonos, poco antes de que llegaran los verdaderos equipos de audio completamente eléctricos.
Eh aquí la Electrola Paillard.
 
fig. 1. El antes y después de un maravilloso tesoro.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

LA HISTORIA COMIENZA . . . . 10

Para mediados de año la busqueda de objetos antiguos había comenzado a volverse muy interesante; regrese a ese antiguo tianguis en que años atrás había visto al Robot que siempre quise tener en mi infancia, obviamente no estaba una vez mas, a cambio encontré ahí mismo una pequeña consola de juegos de inicios de los ochenta y un radio inservible de transistores.
 
Poco después, regrese al Tianguis de los martes, había muchas cosas: discos, muchas cámaras de fotografía, y muy escondido en un rincón, una proyector manual de fotografías estereoscopicas "View Master".... así es, un "View Master", ese pequeño proyector que tanta fascinación me había causado de niño, que jamas me compraron en casa ni me trajo nadie de regalo, ni aun los Santos Reyes Magos, y que solo había disfrutado en la salida de mi escuelita, cuando aun mi niñez primera estaba en su plenitud, cuando eran alquilados por un peso para poder ver uno de los discos: la historia del mundo antiguo, la gran muralla china, 20 000 leguas de viaje submarino; esas aventuras que lograron la fascinación en mi infancia. El View Master se fue conmigo, y también una platica con el vendedor que condujo a una promesa: me llevaría Sin compromiso la siguiente semana, un "Radio muy viejo", que no funcionaba, a buen precio, y que seguramente seria un buen elemento para una colección en ciernes.
 
Los días pasaron, el martes llego, por poco casi lo olvidaba, salí corriendo de mi flamante trabajo que es esa época tenía rumbo a Cuautitlán México, al Tianguis de los martes, a ver lo que el señor-prometedor me había traído; la suerte estaba hechada, el destino corriendo a prisa por cumplir sus compromisos históricos conmigo, el radio en un costal polvoriento, la oferta puesta; llevatelo por nada, me dijo.
 
Me fui a casa, saque el objeto que bien a bien no había podido aun revisar, le quite primero el exceso de paja y hojarasca que cubría su exterior, de entrada era muy interesante: un gabinete de madera, una pantalla de cristal, una serie de bulbos y lamparas; la madera parecía apolillada, en algunos puntos desbastada, en la mayoría deslacada, el interior del radio con una cantidad de grasa solidificada por el tiempo, polvo, partes fuera de su lugar, no tenia las perillas de los controladores, etc, etc, etc, y en suma, fascinante, sencillamente la oportunidad primera de sacar del fango un objeto antiguo y darle el lugar que merecia.
 
Fueron semanas de trabajo intermitente, de tomar muchas desiciones importantes, de investigar, de probar y probar, conecciones, posiciones, colores, acabados, aplicaciones; de buscar partes faltantes, de construir otras inencontrables.
 
Abajo del gabinete le puse una pequeña etiqueta, decía:
 
Fecha de manufactura: 1946.
Comprado el 11 de septiembre de 2011.
Terminado de reparar el 30 de octubre de 2011.
 
Luego lo conecte a la corriente y sintonice por primera vez en su selector de banda una frecuencia, la lampara interna ilumino su pantalla y el sonido claro y profundo lleno mi casa, el Radio Stewart Warner estaba reparado.
 
 
Fig 1. El Radio Stewart Warner
 
 

martes, 6 de noviembre de 2012

VICTROLITA

El resultado final, no solo aumenta mi colección de reproductores de audio antiguos, sino que me llena de enorme emoción al saber que un equipo de semejante envergadura puede aun estar con vida y funcionando, su intenso siseo, su ronco sonido catacumbico, su mucho darle cuerda para escuchar una sola canción, ni aun eso ni mucho mas, pueden cambiar las cosas; ni aun los sistemas Hi-Fi stereophonics de 7.1 canales, ni las salidas de audio digitales con compensación de 3 kHz de frecuencia por banda, ni el efecto waa, surround sound, se comparan con la magia de que surge cuando la Victrolita Víctor Comienza a funcionar.

LA RESTAURACION-REPARACION DE LA VICTROLA VICTOR

La reparación de la Victrola Victor, fue un proceso complicado, y enriquecedor.
Consistió en emplear todo ese fin de semana extralargo de inicios de noviembre del 2012, en total un trabajo de aproximadamente 80 horas, repartidas en los 4 días de ese periodo esperado por mucha gente para dedicarlo a los placeres del esparcimiento, y que llego justo a mi vida, no para descansar sino para emplearlos en la reparación de esa Victrola.
 
La datación dio inicio al proceso, y comenzo con un examen del numero de serie -no olvidar que la gran mayoria de las Victrolas de mesa Victor no tienen el numero de serie expuesto, sino bajo el plato giratorio-, resulto que en efecto, tal como lo evalué desde el día de la compra, era de finales de los años 20, específicamente fue producida entre 1926 y 1927.
La datación se completo, con el sello de manufactura de Camden N.J.
 
La reparación comenzo el mismo día que se adquirió la Victrola, comenzo con un  registro gráfico del estado de cada pieza de control, del gabinete y del motor; en general todo en malas condiciones; madera expuesta exesivamente al sol, sin barniz ni tinta -no olvidar que estos equipos se fabricaban en madera de pino y se entintaban para simular  maderas finas como caoba, nogal, etc-, control de freno, control de velocidad y plato con oxido de varios milésimas de espesor; conducto del reproductor ensarrado y sin mobilidad, ausencia de reproductor; motor atascado por petrificación de grasa, manivela desalineada, etc, etc, etc.
 
Luego de desmontar el equipo en sus partes principales y efectuar el registro gráfico, se procedió a elaborar el plan de trabajo consistente en tres puntos:
1. Gabinete (o madera)
2. Controles 
3. Motor.
 
En los dos primeros casos el procedimiento paso entonces de una simple reparación a una restauración de mediano grado -no hubo relleno por deposición de material, ni el acondicionamiento por alineación de una restauración mayor-.
Desbaste, cardado, limado, pulido, bruñido y en los casos necesarios, entintado y lacado.
 
El motor requirió desmontaje completo, limpieza profusa, lubricacion y alineación, sin ajuste ni rectificación por torneado.
Por otra parte la única pieza faltante de la victrola, era quizá la única que de estar en semejantes condiciones no hubiera sido posible reparar o restaurar, sin embargo, una visita relámpago por la mañana a la lagunilla permitio encontrar justamente a precio de competencia un reproductor   -probablemente Columbia- que implico una adaptación plástica mínima.
 
El domingo por la mañana llovía -las lluvias de principios de noviembre, que hacen del final del año, una época especial-, por lo cual el acabado final bajo lustre se veía complicado y comprometido, sin embargo una oportunidad de apenas unas horas cayendo la tarde que dio la madre naturaleza, permitio, que el fin de semana extralargo de principios de noviembre fuera el necesario y suficiente para tener lista la Victrola VV-1 1, que al ser Victor, tenia que ser mía.
 

Fig.1. El conductor de audio de Latón y su acoplamiento al gabinete
 
 

Fig. 2. La tapa del gabinete con su Control de freno, velocidad y
compartimiento para agujas

 
Fig. 3. Detalle de la tapa y casco del gabinete, control de
freno y control de velocidad
 
 
Fig. 4. Detalle de la base del conducto de sonido y
emblema de "Victor Talking Machine"
 
Fig. 5. Comparativo final.

jueves, 1 de noviembre de 2012

NUEVO PROYECTO. . . .

Muchas emociones en estos días, y muchos planes, mucha actividad y muchas sorpresas; la mas reciente da lugar a esta entrada, pues justamente un nuevo "verdadero" proyecto de restauración llego por sorpresa. Y justo llego en donde la historia casi comenzaba hace años: en la carretera de Toluca, en una parada rápida, solo para ver... y luego de revisar muchas cosas muy divertidas, muchas antiguedades, las clásicas maquinas de coser, las planchas, los apeos de labranza.... ahí estaba justo a la entrada, justo en el mejor lugar para ser vista: una VICTROLA de mesa, justo, una VICTROLA que al ser VICTOR, también tenia que ser mía.
 
El precio, de risa; cuando llegamos a casa, lo primero fue limpiarla, desmantelarla y hacer un plan de trabajo, pues necesita demasiadas cosas: motor, plato, reproductor, madera, etc.
 
Pronto, muy pronto espero poner los resultados.
 
 Fig. 1. La Victrola Victor, tal como llego.