El
día que el primer número del álbum apareció, o mejor dicho, el día que
finalmente pudimos juntar el dinero necesario para comprar el primer número del
álbum, fue así, sencillamente “inolvidable”, y ya no hablo de los esfuerzos,
los planes, y las vicisitudes que ocurrieron previamente, ni tampoco de la
etérea sensación de cuando lo pusimos en la mesa y abrimos su empaque, y no
hablo más de ello, porque era el comienzo de una constante de situaciones
semejantes que perdurarían por mucho tiempo; solo hablare de que nos turnábamos
mi hermano y yo casi por horas la posesión del álbum, para ver nuevamente las
estampas que lo acompañaban y que habíamos colocado en su posición; fotogramas
impresos en color acompañadas de breves
descripciones de escenas de la película que aún mas alimentaban nuestra
imaginación.
Y
Entonces la magia también comenzó a ocurrir. Como parte de la propaganda del
tercer capítulo de la saga, un canal en la televisión mexicana anuncia la
presentación de la primera parte de la misma, a todo color y sin cortes
comerciales.
Fig. 1. Las imágenes del álbum; tenían que
ser recortadas con cuidado.
Fig. 2. Las estampas del álbum, con
su breve descripción.