Mucha gente escucha música y descarga videos de internet, ve la televisión,
sale de paseo; otros juegan en sus consolas
y salen de fiesta cada que se puede diario;
a mí también me gusta la alegría de escuchar una buena canción mil veces,
ver una gran producción de video, y también tomar una buena página de un gran
libro y leerla una vez más, admirar una gran obra de arte y caminar sin rumbo
fijo; pero también adoro la peculiar sensación de escuchar un disco a 78 rpm
en una victrola, ver la imagen a 24 cuadros por segundo de una cinta de cine de
8mm, observar el funcionamiento de un viejo robot de lámina. Así es la vida,
una sucesión de eventos algunas veces buenos y algunas veces malos, algunos
planeados otros fortuitos, así es la razón de la colección, como parte de la
vida, una sucesión de eventos: una búsqueda, una adquisición, la limpieza de un
objeto, su puesta en marcha, su reparación, su restauración, su admiración.. y así
se acompañan los grandes momentos de la vida, ver pasar los días, disfrutar del
trabajo, compartir con la gente que se ama, lograr los objetivos, caerse y
volverse a levantar, intentarlo mil veces salga o no, caminar y vivir, y como
para mucha gente el telón de fondo es multicolor, es la familia, es la escuela,
es la fiesta y además para mí, los objetos de mi colección, la inquebrantable
dulzura de tener algo que fue.
Entonces
esta entrada más que para las personas que a menudo me preguntan: ¿para qué?,
es para mí, para reivindicar una vez más la idea de que solo haciendo algo que
se ama, se llega a ser feliz, para no olvidar jamás que todo tiene un orden y
una importancia, y que a pesar de estar en su nivel la fiesta, o la diversión o
el aprendizaje o la colección, todo
forma parte de la vida; así y solo así.
Fig. 1. Un detalle mas