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miércoles, 7 de septiembre de 2016

DE COLECCIONES. . . 8.1

Además de traer momentos históricos -como cuando conseguí el número uno-, la revista DUDA trajo una gran necesidad en mi vida: querer saber mas. Necesidad que solo podía ser salvada por algo en ese momento, ese algo eran "Los Libros". 

Y así el paso fue automático, de las revistas DUDA pase a los libros, primero de los mismos temas que trataba la revista, y después a libros de todo: novelas, cuentos, historia, fotografías, etc. Y de pronto y sin darme cuenta: todo mi dinero, todo mi esfuerzo, toda mi dedicación, se enfocó en los libros, pero no solo en poseerlos como objetos, sino en leerlos, releerlos, abrirlos, admirarlos, olerlos, colocarlos en el primer librero, y luego en los muchísimos estantes que hice en la vida, acomodarlos por genero, por tamaño, por colores, por preferencia, por antigüedad; jamas por cariño, porque los quería a todos, a los que tenia desde antes de empezar la colección, a los comprados, a los regalados, a los prestados y jamas devueltos, a los que hurté de la mismísima colección de mi Papá, a los comprados en las grandes librerías y también a los comprados en los tianguis, o en librerías de viejo en la ciudad en la provincia mexicana, en muchos países del mundo a los que después fui. 

Quise tanto a mis libros, que un día decidí ser parte de ese capitulo de la vida y de mi colección, tenia la enorme necesidad de escribir algo.

Y entonces hacer libros regreso a mi vida.


Fig. 1. Escribir, hacer libros, 
una necesidad que estuvo siempre latente, 
esperando el momento adecuado.