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viernes, 5 de agosto de 2016

CRONICA DE VISITA . . .9

Se estaba poniendo aún más raro el año, ayer el único día soleado del verano y hoy lluvia matinal y luego frio invernal; y luego malas noticias y mejor me fui de mi trabajo y caminando llegue al tianguis del norte de la ciudad, sin un planteamiento fijo ni ideas preconcebidas, solo caminar por el largo pasillo; vintages muchos, como siempre, tesoros pocos, un señor me ofrece algunas reproducciones de grabados de la antigua Ciudad de México, a un precio enorme, que según él, es de regalo, le indico que no son impresiones de la placa original sino reproducciones modernas, se ofende, me voy; sigo caminando, hay billetes de los años sesentas y setentas, muchas monedas incluso algunas 0.720, un gran radio Zenith Trans-Oceanic de madera y bulbos, muchísimas revistas, y algunas alcancías elaboradas por Vinilos Romay para Bancos Mexicanos, tomo una es de principios de los años ochenta, está en regular estado, es un Panda, y entonces llegan a mi mente esos antiguos recuerdos de una época lejanísima, cuando trajeron a los primeros osos pandas a México; los había regalado la República Popular China, en símbolo de amistad, y luego de  algunos años nació el Osito Panda de Chapultepec. Hoy en día casi nadie se acuerda que ese Panda -el primero nacido fuera de China- llevo por nombre “Cancún”, aunque poco tiempo después, se le otorgo su nombre final: “Tohui”, y así de la nada llega a mi mente esa canción del osito panda de Chapultepec, me voy del tianguis tarareando la canción, llevo las alcancías, el radio que siempre quise tener, un billete que falta a mi colección, y mucha alegría, porque ni el frío ni las malas noticias importan en verdad.

Fig. 1. El Oso Panda de Vinilos Romay.


Fig. 2. El disco con la canción del Osito Panda.